martes, 26 de septiembre de 2017

Señor, ¿va a pagar en efectivo?


Señor, ¿va a pagar con efectivo?”, es la pregunta de las mil locha en cada rincón de Venezuela.
Sin duda alguna, la circulación de dinero en efectivo se ha convertido en un problema prioritario entre los venezolanos, así como el hambre y la inseguridad, por sólo nombrar algunos de la larga lista calamidades.
Lo más rudo es que la falta de “cash” toca los intereses de todo el mundo, es decir, desde el peldaño más inferior hasta el más alto, pero como siempre, son los más desposeídos los que reciben la peor parte. La ausencia de los billetes está contribuyendo a matar a los pobres de este país.
Cientos de ejemplo podemos desarrollar en el viacrucis del efectivo. El pasado fin de semana viajé para Cumaná para participar en una competencia de aguas abiertas, no sólo se requirió de la preparación física, sino de la preparación monetaria; debí reunir por varias semanas 100 mil bolívares en efectivo para llevarme creyendo, ilusamente, que sumado a las tarjetas de débito y crédito la situación estaría resuelta; pero no fue así; los billeticos duraron en mi poder día y medio.
Veamos, si usted decide ir a un día de playa con su familia, se va al pueblo de Mochima, la lancha la paga a 10 mil Bs por persona, si son cuatro la cuenta hace 40 mil Bs; llega a Playa Blanca, alquila dos toldos que suman 20 mil Bs más, si decide darse un gusto y comerse un pescado en familia, el servicio Catalana cuesta 60 mil Bs. Si a esto se le suma el típico helado de los niños, un Magnum a 10 mil Bs, un jojoto y una oblea a tres mil Bs; en total, el día le sale en 196 mil Bs, sin meter bebidas, hielo, snacks; y todo  tiene que pagarlo en efectivo, claro está.
Ahora si el asunto lo miramos desde la óptica del prestador de servicio, tenemos que, el lanchero hoy hace menos viajes, cobra en efectivo que es inexistente; los chamos vendedores de jojotos se regresan a sus casas con los baldes casi completos, no les rota la mercancía; el heladero y la vendedora de obleas corren con la misma suerte. Si no hay compradores, no hay ventas, todo es un círculo.

Después de diez meses del anuncio del nuevo cono monetario y la salida de circulación del billete de cien, que gracias a Dios fue una bufonada más de Nicolás, hoy ricos, pobres y clase media sufren por lo mismo: la escasez de moneda física.
La situación se agrava aún más con el caso de los abuelitos. Vemos y vivimos con ellos el calvario en el cobro de las pensiones; después de las largas e infinitas colas cuando llegan a la taquilla, sólo les dan diez mil bolívares en billetes de 10.

El transporte público es otra calamidad, los taxistas y las estaciones de servicio son parte del viacrucis diario del efectivo.

Para el que medianamente puede resolver, se somete a pagar comisiones hasta del 30% por el “avance” en efectivo, hoy cajeros y gerentes de bancos, y comerciantes tienen un negocio redondo con esta modalidad; no descarto que funcionarios del régimen o enchufados, así como hacen negocio con el dólar a 10 bolívares para medicina y alimentos; estén haciendo lo mismo con cash.

El 15 de octubre, día en el que debemos salir a votar para seguir avanzando hacia el Cambio, no vamos a resolver el problema de fondo del negocio del efectivo, pero sí vamos a ir frenando al gobierno más corrupto y estafador de la historia venezolana, que se alimentó de la esperanza de un pueblo y lo crucificó en todos los terrenos.
Si algo tienen los aberrantes que conducen este barco llamado socialismo del siglo XXl, es que el cash nunca les falta.

Edward Rodríguez

@edwardr74






martes, 19 de septiembre de 2017

Diálogo y negociación, raspados en comunicación



Un mal sabor. Eso es lo que deja en los venezolanos la palabra “diálogo”, y si es pronunciada por algún dirigente político, el sabor es comparable con la mismísima hiel.

Si mañana el Papa Francisco anunciara que las reuniones serán en el Vaticano, en el mero centro de la capilla Sixtina; de inmediato nos invadiría la duda o le buscaríamos un pero debido a la falta pulcritud en el proceso.

No está mal tal desconfianza porque no es más que el resultado de tantos engaños por parte del Gobierno; y peor aún, por las increíbles “novatadas”, para no decir, metidas de pata de la oposición tal como ocurrió la semana pasada cuando el canciller de Francia anunció la reunión en República Dominicana.

Luego de las palabras del diplomático, nos dieron la primera cucharada amarga: los voceros de la MUD negaron el encuentro; pero el Gobierno lo daba por hecho; al tiempo que dirigentes como Julio Borges; Luis Florido, sin pasaporte; y Manuel Rosales, con prohibición de salida del país; iban rumbo a la isla del Caribe a encontrarse con los hermanos Delcy y Jorge Rodríguez, entre otros convocados.

Un meme de Borges y Rosales práctica y tímidamente asomados en el salón de algún hotel u oficina gubernamental de República Dominicana, confirmaba a los venezolanos que sí había reunión.

No existió información clara, veraz y creíble de dicho encuentro, como diríamos en el periodismo no se logró responder las cinco Wh: qué, cómo, cuándo, porqué y para qué. En mi opinión esta es una de las principales fallas que tiene la oposición venezolana cuando trata el tema del diálogo, tienen una serie e ineficiente forma de COMUNICAR.

La comunicación es vital en la estrategia para la negociación, la opinión pública y los ciudadanos deber recibir una batería de mensajes, por demás creíbles en  su contenido. Eso no quiere decir que se tenga que comunicar todo.

Si nos remontamos al 2002 a la mesa de diálogo del gobierno y oposición, todas las tardes recibíamos un parte informativo con el vocero calificado para ese conflicto, el ex presidente César Gaviria, quien con su peculiar entonación informaba brevemente y sin muchos detalles sobre las reuniones, y a medida que el tiempo se prolongaba, unas veces subía el tono y otras daba más detalles de lo acordado.

Al final de lo que se trataba era de llegar a acuerdos; en ese entonces se logró el Referendo Revocatorio que ganó Chávez con todas las de la ley.

Es mentira que se va una negociación de manera voluntaria, tal como suele suceder en la vida personal, usted va al médico cuando se siente mal, usted acude a un abogado cuando quiere finalizar un contrato inmobiliario; así ocurre desde hace más de un año con el Gobierno de Maduro, un sector quiere negociación, pero piden llegar al 2018, año de las elecciones presidenciales; otro no quiere absolutamente nada sino la permanencia en el poder, sin embargo, la crisis los ha obligado acudir a la negociación.

Sin comunicación, del tipo que sea, no hay negociación. El control de la comunicación  es, por consiguiente, una habilidad necesaria para controlar el curso del proceso negocial, tal como lo señala Alfred Font Barrot en su libro “Curso de negociación estratégica”.

Cierro este artículo recordando que el silencio también comunica, solo que en el caso venezolano no ha sido el silencio sino las contradicciones de los voceros, los engaños y la falta de asertividad lo que le ha ganado a la comunicación. Si se pierde el control de la comunicación, se pierde el control de la negociación.

Edward Rodríguez
@edwardr74





martes, 12 de septiembre de 2017

Ganó el deseo de Cambio


La semana pasada hicimos un análisis sobre “Las primarias: liderazgo vs maquinaria” de cara al proceso del pasado 10 de septiembre celebrado en 19 estados, y ahora nos toca hacer el ejercicio post electoral.

Me enfocaré en lo que ocurrió en el Zulia por haber vivido de cerca el proceso y el haber tenido en mis manos los elementos necesarios para determinar el triunfo o derrota de un candidato.

En el estado se disputaron la candidatura unitaria para la  gobernación, la alcaldesa de Maracaibo, Eveling Trejo de Rosales esposa del líder de Un Nuevo Tiempo; y el diputado Juan Pablo Guanipa, líder de Primero Justicia en la región zuliana.

La campaña electoral de Eveling fue fundamentada exclusivamente en la transferencia de liderazgo, es decir, al elector se le vendió la propuesta de que votando por ella se estaba votando por Manuel Rosales, y de resultar electa, al Zulia regresarían las obras de los gobiernos de la democracia social que ejecutó Rosales en sus mandatos. Lo curioso del caso es que no se vendió la gestión de la alcaldesa que en las encuestas aparecía  bien evaluada.

En cuanto a Guanipa, su campaña se basó en el cambio, en la defensa del Zulia, en la defensa de la calle en alianza con Voluntad Popular, y en la de conformar un Gobierno de unidad con todos los partidos para enfrentar Arias Cárdenas y a su nefasta gestión.

No podía vender gestión de Gobierno pues no ha sido Gobierno, pero sí tiene la experiencia de ser parlamentario y concejal. En mi artículo de la semana pasada planteaba que cuando un candidato se apodera de la palabra Cambio y el votante lo traduce así, tiene muchas probabilidades de ganar la elección. Efectivamente fue lo que ocurrió con Juan Pablo el 10 de septiembre.

Cabe destacar que de seis estudios de opinión, cinco daban ganador a Juan Pablo Guanipa, excepto uno  de menor reconocimiento. En el Zulia las encuestas coincidieron con los resultados y el liderazgo superó a la maquinaria.

En Táchira ocurrió algo distinto; los estudios de opinión daban ganador al colega y hermano Miguel Ángel Rodríguez quien competía sin maquinaria, bajo la protección de un voluntariado y de fragmentos de partidos; pero al final resultó electa la candidata de AD Leidy Gómez quien sí contaba con un equipo homogéneo.

Otro caso a resaltar es el del estado Falcón con el candidato de Primero Justicia, Goyo Graterol, donde el partido tenía más aceptación en el electorado que el propio Graterol, no lograron acuerdo con Voluntad Popular; y resultó ganador Elizer Sirit  también con maquinaria de AD pero con liderazgo. Sirit es reconocido como el defensor de un pueblo que sufre una severa crisis de agua y por eso su lucha se ha centrado en el reclamo y exigencias de soluciones para el problema que afecta a miles de familias.

En el estado Sucre Robert Alcalá compitió contra el recuerdo y lo que yo creía la sangre de los sucrenses Ramón Martínez, aunque lo llevaban en el corazón fueron y votaron por un liderazgo nuevo.

Queda claro entonces que la calle es de los ciudadanos y no de los partidos; el liderazgo es fundamental y las maquinarias tienden a quedar como elemento complementario en los procesos electorales.  
Edward Rodríguez
@edwardr74





martes, 5 de septiembre de 2017

Primarias: maquinarias vs liderazgos




El 25 de abril del año 1993, hace exactamente 24 años, los venezolanos vivimos por primera vez un proceso de elecciones Primarias abierto para escoger un candidato presidencial.

En esa oportunidad Copei invitó al pueblo a escoger entre Eduardo Fernández y Oswaldo Álvarez Paz; Fernández tenía el control de la maquinaria del partido; mas no Álvarez Paz, quien ocupaba la gobernación del Zulia y aparentaba tener de su lado la aureola del cambio.

En campañas electorales la palabra cambio es una constante y un sentimiento; si X candidato se apodera de ella y el elector lo siente así no hay dudas de que logre el objetivo de ganar las elecciones. El resultado final de las Primarias del año 1993 fue el triunfo Oswaldo Álvarez Paz.

En la década de los 80, en estados como Lara, Aragua, Sucre y Bolívar, en donde al igual que en el resto del país, los gobernadores eran designados a dedo, liderazgos como el de Carlos Tablante, Ramón Martínez, Andrés Velázquez y Orlando Fernández, se apoderaron del cambio, se convirtieron en la alternativa y vencieron a las maquinarias, estaríamos hablando del año 1986, que por cierto, en el Zulia si no se hubiese enfermado el abanderado del MAS, Luis Hómez, quizás habría sido el primer gobernador electo en la región.

En el año 1998 también fuimos testigos de la pugna entre el liderazgo y las maquinarias; nunca pudo freír la cabeza de los adecos, pero sí venció a los grandes partidos de la época, me refiero a Hugo Chávez. Motivó a una parte de la clase media, empresarios, medios de comunicación, intelectuales y pueblo abajo; todos apostaron por el comandante de la boina y vencieron en una primera carrera a la favorita, la ex miss universo Irene Sáez, y luego al hombre del caballo, Enrique Salas Romer.

Las Primarias más recientes y en cuya campaña estuve muy cerca de uno de los candidatos, fueron las de las presidenciales del 2012; se requería un aspirante que pudiera alternar a Hugo Rafael.

El ex gobernador del Zulia Pablo Pérez apoyado por los grandes partidos se enfrentó a Capriles, quien ya venía trabajando en esa aspiración desde el primer día que fue electo gobernador del estado Miranda. Henrique Capriles resultó ganador de aquellas Primarias y fue quien se enfrentó al Comandante supremo en su última contienda electoral.

El próximo domingo 10 de septiembre, en 19 estados del país tenemos elecciones Primarias para escoger a los mejores hombres y mujeres de la Unidad, que se enfrentarán a los candidatos del Psuv – Madurismo en las regionales de octubre.

Mi mensaje es a participar en este proceso porque es nuestro derecho y deber como ciudadanos demócratas; no se quede en su casa a esperar a que otro decida por usted. Hagamos de estas Primarias un sufragio tan histórico como las de 1993.

Si sale y vota, tenga por seguro que gana su candidato..
Edward Rodríguez
@edwardr74




Hay que jugarle limpio a Venezuela

  Después de casi cinco años sin sentarme a escribir un artículo de opinión, que hacía con rigurosidad todas las semanas hasta diciembre del...