martes, 25 de septiembre de 2018

Frente Amplio con agenda



Los triunfos y derrotas electorales en Venezuela han marcado por dos décadas a la oposición que, con aciertos y errores, ha ido enfrentado al régimen Chávez- Maduro desde 1998.

Hoy llegó una vez más la hora de comenzar a ceder y darle paso a una agenda unitaria que alcance objetivos comunes que permita la construcción de un “pacto” como lo llama el Frente Amplio para salvar a Venezuela, eso se haría con un acuerdo de políticas públicas, tema sobre el que leí la semana pasada en la Propuesta Metodológica de esta organización conformada por muchos rostros, y que tendría como objetivo sostenerse en el tiempo, reducir la incertidumbre y regresarnos la calidad de vida y oportunidades que antes teníamos.  

Durante estos 20 años de la llamada “Revolución del siglo XXI”, el régimen se vanagloriaba por diseñar planes, proyectos, modelos y cuanta cosa “innovadora”, según ellos, que se les iba ocurriendo a sus “pensadores”, pero al parecer las neuronas se les quemaron con el Plan de la Patria y las comunas; pues ahora sólo se enfocan en la redacción de una nueva Constitución con la que buscan perpetuarse en el poder.

Ante este panorama, aplaudo y le doy un voto de confianza al Frente Amplio cuando propone el desarrollo de un “acuerdo de políticas públicas” para al menos 20 años, que incluya reformas o convenios en las áreas educativa, salud y producción; que también se organicen equipos e instancias en doce áreas fundamentales como la económica,la social, el sistema educativo, la salud pública, la justicia y los medios de comunicación, lo que implica la racionalización del sistema de medios públicos usados como herramientas propagandísticas.

Ahora bien, esa proclama del 24 de septiembre no puede quedar sólo en palabras y unas fotos bonitas de los asistentes al Aula Magna de la Universidad Central de Venezuela (UCV), no se puede cometer el mismo error una y otra vez; esa propuesta debe correr por las carreteras maltrechas de nuestro país, debe llegar a los pueblos y caseríos, a los trabajadores, desempleados, pensionados y hasta a los bonificados del gobierno quienes  deben saber que hay un futuro más allá de una limosna depositada en el “monedero”.

A los dirigentes de la oposición les toca ponerse de acuerdo, dejar la retórica, los golpes de pecho ante las cámaras de TV, los discursos vacíos o incendiarios y asumir una sola agenda y es la que plantea el Frente Amplio por el momento.

A los ciudadanos nos toca también unirnos, salir del confort de las Redes Sociales en donde se acribilla a quien sea y se desbarata cualquier propuesta de lucha; nada nos gusta, nada nos convence, nada nos parece; pero todos queremos que los demás nos solucionen este problemita mientras imponemos nuestra opinión desde la comodidad de la casa, la oficina o el club.

En la mesa está la propuesta y la agenda del Frente Amplio; dejemos de ser mirones de palo, activémonos porque Venezuela vale esta y todas las luchas.

No dejes que la intolerancia se apodere de ti.
Edward Rodríguez
@edwardr74

martes, 18 de septiembre de 2018

Morral de ausentismo escolar




Llevo varios meses tratando de escribir sobre los populares “morrales tricolor” que regaló el gobierno a niños, niñas y jóvenes de la patria en condición escolar; uno va por la calle y de pronto ve que una madre carga en su espalda el morral, un obrero lo lleva para guardar su muda de ropa, un indigente lo carga para guardar lo que recoge de la calle, un vigilante lo usa para guardar su uniforme; en fin, una gran parte de la población venezolana carga a cuestas el morral que almacena la pobreza que se refleja en los rostros de sus usuarios.

Uno que otro alumno aún conserva el bolso, pues seguramente sus padres lo tomaron prestado por tiempo indefinido, pero quienes sí se beneficiaron del “morral tricolor” fueron el importador o fabricante de los millones de piezas esparcidas en todo el territorio nacional y hasta internacional, porque también los hemos visto cruzar las fronteras en la diáspora.

Este lunes 17 de septiembre inició el año escolar 2108-2019, los grandes ausentes fueron los niños y los morrales “bussines”. A diario me encuentro  con más padres y representantes que me comentan que aún no han inscrito a sus hijos por falta de dinero, que no les han comprado los útiles ni mucho menos un par de zapatos. Ir a clases era alegría para los niños, pues ese primer día estrenarían pantalón (o falda), camisa, zapato, morral y útiles;  eso quedó en la historia y en el recuerdo hasta el período de Chávez y toda la Cuarta república.

La miseria de un gobierno como el venezolano cuyo mandatario, de regreso de su visita a China se dio un banquete en uno de los restaurantes de alta categoría mundial en Turquía como el de Nusr- Et Sandel Bedesteni, quedará para la posteridad. Eso es lo que muchos llamarían “pornografía del poder”: buenos restaurantes, buen reloj, disfrute de un habano; esto es como la tos: no se puede ocultar.

Señor Nicolás, tome nota, por citar unas cifras serias le doy estas que ofreció Gualberto Mas y Rubi, aguerrido defensor de los derechos de los maestros, secretario general de Fetramagisterio y del Sindicato Único del Magisterio, en 153 planteles en el Zulia sólo asistieron 232 alumnos, o sea, 97% de ausentismo escolar; y esto es sólo una muestra de un estudio realizado el mismo día de regreso a clases.

¿La razón? Infinitas: los padres no tienen cómo comprarles el uniforme a los muchachos, mucho menos los útiles escolares, tampoco tienen para darles la merienda, los maestros no tienen efectivo para el pasaje, tampoco tienen para un bocado de comida, y a los dependientes de la Gobernación del Zulia por ejemplo, no les han pagado desde el 8 de septiembre cuando les depositaron la última quincena de agosto.

Según el recién nombrado, por segunda vez, ministro de Educación, Aristóbulo Isturiz, la matrícula de prescolar y primaria es de siete millones y medio de estudiantes; en Zulia sería de 450 mil, pero si sólo asistieron 232 alumnos a 153 escuelas, algo grave está pasando.

A estas cifras que alarman, hay que sumarle las ofrecidas por Susana Raffalli  en un tuit, la cual refleja que 4.444 alumnos (Fe y Alegría), han visto partir a sus padres, 3.500 maestros han renunciado (AVEC), 400 escuelas privadas cerrarán sus puertas (ANDIEP) en el 2018; y en las escuelas de Fe y Alegría menos del 50% de la matrícula escolar del 2017 se han inscritos.

En resumen, podemos concluir que vivimos un ausentismo escolar histórico y sin precedentes. En Venezuela la educación que fue de primera y competitiva de la que gocé y me formé, hoy está a punto de fallecer, el modelo socialista implantado ha fracasado y de no revertirse se llevará por delante dos generaciones de venezolanos que no serán los que hoy salen en manada emigrando a otros países con un título bajo el brazo.

El morral del ausentismo escolar tiene un origen, el “hombre nuevo” ha llegado para quedarse sin estudios, sin alimentos y sin oportunidades.
Edward Rodríguez
@edwardr74



martes, 11 de septiembre de 2018

Un gobierno de fake news



Hace 80 años, la radio fue el escenario de uno de los hechos históricos que logró la sintonía por 59 minutos de 12 millones de neoyorkinos que salieron despavoridos de sus casas para observar la supuesta invasión de los extraterrestres provenientes de Marte. El pánico lo sembró Orson Welles el 30 de octubre de 1938 al narrar en un formato de noticiero la “Guerra de dos mundos”.

Hoy definimos ese hecho como una fake news, es decir, una noticia falsa, pero con la característica particular de que los oyentes no prestaron atención cuando al principio se informó que se trataba de un formato particular de programa, y se creyeron el cuento de Wells; que transcendió como un ejemplo de comunicación de masa y de persuasión.

Actualmente, en pleno siglo XXI los ciudadanos del mundo, no sólo los de New York como ocurrió hace 80 años, se enfrentan diariamente a las fake news que se disparan por las redes sociales y medios digitales sin control ni supervisión, convirtiéndose en una especie de verdad verdadera a la que sólo se puede contrarrestar educando la conducta humana, pues no está en manos de la tecnología detectarlas.

En Venezuela hemos sido víctimas o testigos, como se quiera interpretar, de las fake news generadas y difundidas por el régimen. Entre los ejemplos que podemos citar están los famosos partes de guerra que ofrecía todos los días el ministro de información en el 2013, Ernesto Villegas, sobre el estado de salud del Presidente Chávez; las millones de casas que supuestamente construyó la Gran Misión Vivienda; la entrega sin retraso de las cajas Clap, y pare de contar; pero la más reciente es el supuesto regreso al país de tres millones de emigrantes venezolanos que según Diosdado Cabello, “se fueron por moda”. En fin, un gobierno de fake news para mantenerse.

Un estudio realizado por el Instituto Tecnológico de Massachusetts determinó que las noticas falsas se extienden mucho más rápido que las verdaderas, demostrando que no todo lo que circula en internet es verídico. La investigación destaca que una noticia falsa pudiera tardar diez horas para llegar a mil 500 usuarios, mientras que una verdadera tan sólo llegaría a un 30%.

Sin duda alguna en Venezuela, todos los días se difunden y corren como pólvora las noticias falsas, lo peor es que los ciudadanos están cayendo no en el cuento de Welles y la “Guerra de los dos mundos” que sembró el pánico por 59 minutos; sino en una muy bien pensada, calculada y premeditada manipulación y distracción a conveniencia.

El régimen, definitivamente, se aleja del cuento de Welles para controlar y engañar; las noticias falsas que promueven corren más por el empleo de bots, concentración del poder comunicacional y bloqueo a los medios digitales que no se creen el cuento, y no caen en la distracción para dejar de informar sobre el caos que a diario se vive en cada rincón del país. 

El secreto está en no creer o dar por sentado todo lo que le llega por cualquier vía. Hoy más que nunca enfrentamos en Venezuela a un aparato comunicacional al que no se puede subestimar, si no quiere formar parte de las “legiones de idiotas”, como llamaba Umberto Eco escritor y filósofo italiano a las redes sociales, aprenda a cómo no ser víctima de las fake news.
Edward Rodríguez
@edwardr74




martes, 4 de septiembre de 2018

Del chip al carnet sin patria



Otro fracaso en puertas. Tachirenses y zulianos saben perfectamente que Nicolás Maduro fracasó en su combate contra el contrabando de gasolina, luego de que en cadena nacional de radio y televisión el pasado lunes 3 de septiembre admitiera que el 70% de la extracción del combustible ocurre en ambos estados fronterizos, a pesar de la implementación del chip.

Desde hace más de seis años lo único que impedía la ejecución de la medida del chip en Zulia y Táchira era que ambos eran gobernados por la oposición, pero al  perderse el poder político automáticamente se perdió la fuerza de la protesta, y evidentemente al no tener gobierno no se tienen elementos fundamentales para la lucha.

En el caso de la región zuliana, se llegó a especular que los sensores (lectores de chip) instalados en las estaciones de servicio respondían a un negocio del hijo del ex gobernador de turno, Francisco Arias.

Tras la casi obligatoria instalación del chip en los vehículos, las colas para surtir combustible siguieron, los bachaqueros se las ingeniaron para tener hasta tres chips que guardaban en el bolsillo del pantalón, además de hacer gala de otros recursos para burlar el “combate” del gobierno y así continuar sin problema alguno con el contrabando.

A esto debemos sumarle la participación de los grandes peces de Pdvsa que con la “ayudaíta” de los militares pasaban por la frontera las gandolas de gasolina directo hacia Colombia. Sobre este modus operandi, los diputados Juan Pablo Guanipa, Eliseo Fermín y Lester Toledo, hicieron las respectivas denuncias con elocuentes videos que no dejaban nada a la imaginación, ni cabida a la menor duda.  

Ahora que va arrancar en ocho estados fronterizo otra prueba piloto de “combate” contra el contrabando de combustible, que consiste, según lo anunciado con bombos y platillos por Nicolás, en surtir gasolina a través del fulano carnet de la patria y la lectura de la huella dactilar veremos cómo se agudizará la crisis y el caos estará a la orden del día, pues las colas se agravarán, los dispositivos que leen el código QR del carnet y la huella dactilar difícilmente aguanten más de 20 horas diarias de apagones. 

El problema del contrabando no lo van  poder controlar, ni reducir, pues no es, “conveniente” disminuir esa parcela importante de negocio donde se lucran desde el bombero que llena la gandola hasta el que alza el teléfono para dar la orden de “rueda libre”. 

Ahora bien, particularmente considero que como medida de sobrevivencia, el ciudadano común que tiene su vehículo debe optar por sacarse el miserable carnet sin patria que le permitirá pagar menos bolívares por la gasolina y evitar que se sigan robando mucho más litros de combustible.

Ese cuento de “no me lo saco por resistencia”, suena muy bien si lo que tienes es una bicicleta, patineta o sus dos pies para caminar, de lo contrario estaría arando en el mar. La exigencia del carnet para echar gasolina va sin duda alguna y los bachaqueros también se las van ingeniar para continuar con ese negocio tan lucrativo que les genera más dividendos y menos riesgos que el negocio del narcotráfico. Como reza el dicho “el que hace la regla, hace la trampa”.

Esto es un tema de sobrevivencia y si en sus planes está en no irse del país o vender su vehículo para andar a pie al menos que no tenga cómo repararlo, cumpla con este nuevo requisito implantado por el gobierno de Nicolás para poder acceder al combustible; aquí el que menos puja, puja una lombriz y el que más grita que no se doblegue, tiene en su cartera el carnet de la patria.

Un amigo español me comentaba recientemente que en España todos disfrutaron de los beneficios de la última etapa de Franco y al final la gran mayoría escupió sobre su tumba.
Con carnet, chip o cuanta cosa se lo ocurran serán aborrecidos por siempre,  el ahora, es un tema de sobrevivencia.
Edward Rodríguez
@edwardr74



Hay que jugarle limpio a Venezuela

  Después de casi cinco años sin sentarme a escribir un artículo de opinión, que hacía con rigurosidad todas las semanas hasta diciembre del...