martes, 31 de julio de 2018

Más gasolina para la candela




Los últimos anuncios del recién “reelecto” presidente del Partido Socialista Unido de Venezuela (Psuv), léase Nicolás Maduro, indican que vamos de mal en peor y ellos lo saben. No tienen voto popular, están más divididos que nunca, gobiernan sin brújula, sin cerebro, sin calculadora y con improvisaciones como: eliminarle cinco ceros a la moneda y anunciar un nuevo cono monetario para el 20 de agosto.

Cuando escuchábamos en pasado los cuentos de países con inflaciones  e hiperinflaciones nos costaba entenderlo, ¿cómo podíamos imaginar que  las cosas aumentaran de un día para otro? Eso nos parecía increíble, sin embargo, los mismos creadores de la “Revolución bonita” y del ministerio de la “Suprema felicidad”, nos hicieron entender y vivir en carne propia la hiperinflación; si hoy en día no se cuenta con ayuda económica en moneda extranjera o ingresos en dólares difícilmente se sobrevivirá a esta tragedia; así que lo de los cinco ceros menos les quedó de guinda en la torta.

Ahora bien, ¿qué oculta la eliminación de los cinco ceros? Hay una larga lista de respuestas, pero me voy a enfocar en la del aumento de la gasolina que tiene varios disfraces. Con la entrada en vigencia del fulano nuevo cono monetario vamos a pagar cada litro de combustible en 50 céntimos, esto quiere decir que nos la aumentaron 5.000.000 % pero como saben que eso será un detonante social inmediato, hicieron gala del otro disfraz: el censo del parque automotor con la aplicación del Carnet de la Patria.

Si algo del pasado al cual no quieren parecerse, deberían recordar los “próceres de la Revolución bonita” es que Carlos Andrés Pérez en 1988 también se fue por esa ruta y con un partido también dividido que a la final lo sacó del juego, no se extrañe Nicolás que a usted también le pase lo mismo. 

Ya la opinión que circula en voz de choferes es que no acudirán al censo por considerarlo una pérdida de tiempo y sin contar que ya muchos ni vehículos operativos tienen.

Otra gran mentira es hacer creer a los conductores del transporte público que al censar su vehículo y obtener el Carnet de la Patria les van a dar repuestos regalados; si sabe contar, no cuente con eso. Los invito a darse una vuelta por los estacionamientos del sistema de transporte público para que vea los famosos buses Yutong arrimados y olvidados; en cualquier calle del país el transporte de hoy son perreras, camiones, grúas, gandolas, etc, y eso ocurrió desde hace menos de un año.

Como decía el difunto Hugo Rafael Chávez Frías, “candelita que se prenda, candelita que se apaga”, la candelita la está prendiendo el propio Gobierno y no la van poder  apagar, en los estados fronterizos ya se sabe cómo se vive con chip  y con inmensas colas en las estaciones de servicio, al final el contrabando no se detuvo pues las grandes mafias no usan el chip porque utilizan otro modus operandi.

Esta historia continuará y guarden bastante agua por si se les pasa la mano con la gasolina y después no tienen con qué apagar el fuego.

Edward Rodríguez
@edwardr74




martes, 24 de julio de 2018

Pedir perdón para continuar



Pedir perdón o enmendar un error es una conducta sensata y humilde del ser humano. Tres palabras claves definen a la dirigencia opositora en Venezuela o los cabezas de partidos: falta de coherencia, falta de sinceridad y carencia de rectificación.

Sin duda que la falta de unidad en la oposición y el individualismo de su dirigencia ha llevado a la gran mayoría de los venezolanos  que está en desacuerdo con este gobierno a sentir que no hay  conducción real y motivacional para seguir en la lucha clara y correcta para lograr la salida de Nicolás.

Desde muchacho uno escucha que cuando te caes te levantas y cuando cometes un error pides disculpas y sigues adelante; pero vemos que esta máxima no se cumple en lo que a los autodenominados “líderes” opositores se refiere, pues ninguno ha pedido perdón por las consecuencias de sus actuaciones.

A continuación citaré algunos ejemplos, de los tantísimos que hay.  El señor Henry Ramos Allup, ¿cómo es eso que un día dijo que “en seis meses salimos de Maduro” y no ocurrió tal aseveración?, esto es una vulgar y común  oferta engañosa.

¿Cómo es eso que Julio Borges se fue de Venezuela y no regresó luego de la famosa reunión de República Dominicana desde donde se dijo que el diputado no pisaría más tierras venezolanas y que además ya había sacado a su familia; y a pesar de que negó tal información, como el apóstol Pedro negó a Jesucristo; el tiempo demostró que sí era cierto que el presidente de la Asamblea Nacional abandonaba el país?; valga la acotación de que tiene todo el derecho de irse.

El otro ejemplo es el de Manuel Rosales y su “inesperado” regreso al país, la prisión, la salida a la calle y la habilitación por el gobierno para participar en las elecciones de gobernador que se efectuó el pasado diciembre la cual perdió. También tenemos el silencio de Henrique Capriles en estos últimos meses, producto de la enfermedad de  su padre, de quien esperamos esté recuperado.

La unipersonalidad de María Corina, que vive entre lo celestial y lo divino, separada de todos, cual ángel único en el universo. Otro ejemplo y el más fresquecito es  la participación de Henri Falcón en las elecciones presidenciales del pasado 20 de mayo que no contaron ni con el apoyo, ni mucho menos con el voto opositor, y los resultados ya se sabían antes de que se efectuaran las elecciones: Nicolás Maduro sería reelecto para seis años más.

Cada uno de estos hechos que he citado, y se me pasan muchos más, ameritan unas disculpas públicas por sus actores.

La semana pasada se efectuó una reunión entre todas estas personas que anteriormente mencioné, excepto María Corina, quien fue invitada pero no asistió; dicho encuentro dejó una especie de mal sabor en la opinión pública ¿por qué? Por el hecho de no ser tan secreta en primer lugar o por el hecho de no ser pública del todo, y por la manera que usó Falcón para filtrar dicha información. Evidentemente pudiera pensar que tuvo un interés particular en hacerla pública.

¿Qué quieren los venezolanos a parte de escuchar un perdón sincero de su alta dirigencia? Que rectifiquen sinceramente, que se transite en unidad, en una sola ruta, que no se desmaye y se siga enfrentando al gobierno como se venía haciendo, que se oxigene con la energía de nuestras enfermeras que ya cumplen hoy 28 días protestando, que se imite a los gremios y sindicatos que pese al vacío informativo continúan la lucha mientras la gran mayoría está sumergida en el día a día resolviendo el pan nuestro.

No se construye unidad sin estos factores; por otro lado como reflexión siempre es más fácil ser viento en contra y criticar todo lo que se haga, hay que bajarle un dos a las redes sociales y dejar que se desarrollen los acontecimientos, por esta vía están cientos de venezolanos a la espera que se asome el pato para cual cazador disparar al animal y derribarlo de un solo escopetazo.

Es justo y necesario que esta dirigencia pida perdón para continuar, lo cortés no quita lo valiente.

Edward Rodríguez
@edwardr74


lunes, 2 de julio de 2018

México perdió



En menos de 48 horas México perdió “sin querer queriendo”. El lunes ante Brasil en el Mundial de fútbol Rusia 2018; y el domingo con la llegada del izquierdista Andrés Manuel López Obrador (AMLO) a la presidencia.

El proceso electoral mexicano arrojó los resultados que venían reflejando los diversos estudios de opinión durante los 90 días que duró la campaña: una amplia e inalcanzable ventaja de López Obrador sobre sus tres contrincantes. Con un 53% de votos logró la victoria este 1 de julio en unas elecciones consideradas “históricas” en el país azteca; ni que se hubieran unido y sumado los votos de los otros aspirantes, Meade; Anaya y Rodríguez podían frenar al candidato del Movimiento Regeneración Nacional (MORENA).

¿Qué 
ocurrió?, lo mismo que sucedió en Venezuela en 1998. Sin duda, un agotamiento de los partidos tradicionales en el poder, hastío del bipartidismo, hartazgo y decepción del pueblo; corrupción; una pésima gestión de Enrique Peña Nieto, un Partido Revolucionario Institucional (PRI) anclado en la dinastía, y la violencia reinante llevaron al elector a votar en contra de un sistema con muchas fallas, pero paradójicamente ampliamente conocido en el marco democrático.

Por primera vez la izquierda gobierna en México, AMLO quien aspiraba a la presidencia por tercera vez, aprendió de sus errores, manejó la cautela en el discurso, desde el primer spot de campaña se apartó de las palabras dictadura, Chávez, Venezuela y expropiación. Mientras que los otros candidatos se asfixiaron en descalificaciones, vagas propuestas de cambio, lo que hizo que el tabasqueño se les colara sin inconveniente. 

¿Quién ganó? Evidentemente el sentimiento que despertó “AMlove” y un partido recién creado para ganarse la confianza y el voto de millones de mexicanos, tal como ocurrió con Hugo Chávez en 1998; a quien, recordemos, apoyaron empresarios y dueños de medios de comunicación como Miguel Enrique Otero (dueño del diario El Nacional), cuyo respaldo fue abierto, público y notorio, y después la misma revolución se lo comió con el pasar del tiempo y hoy vive en el destierro. Con AMLO sucede lo mismo, empresarios y dueños de medios sucumben a su discurso “hipnotizante”.

Sin ser nosotros, los venezolanos, del futuro, podemos decir que 
México perdió; sólo los hechos y el tiempo nos darán la razónEalgún momento los hermanos mexicanos escucharán sobre la reelección indefinida, cambio de leyes, poder para el pueblo, fuera los yanqui, viva la revolución, etc, etc. 

Nosotros que ya lo vivimos y lo seguimos viviendo, sentimos que no hay peor remedio que la enfermedad, la izquierda no
s ha enseñado que no sirve para gobernar, que destruye y acaba con todo lo que está en el camino, que para lo único que funciona es para las campañas electorales. A quién no le va gustar que le digan: “vas a tener poder” sin tenerlo (en el caso del pueblo, sobre todo los más desposeídos), a quién no le gusta que le digan que le van solucionar todos los problemas, a quién no le gusta que le digan vamos a cambiar. Pues definitivamente a todos.

El otro detalle del porqué considero que México perdió se debe al equipo que rodea al Presidente electo, no sé si son resentidos del poder, pero lo que sí está claro es que se muestran identificados con los mismos íconos de la “revolución bolivariana”: idolatría por Fidel, Chávez, discurso de inclusión, promesas de producción interna, etc, etc.

Mientras esa historia apenas comienza, le digo a los amigos mexicanos que tengan en cuenta siempre que sí se puede estar peor; por el momento no hay a la vista un ambiente militarista, pero espérense tantito que eso también les viene, “sin 
querer queriendo”.

México perdió.
Edward Rodríguez
@edwardr74

Hay que jugarle limpio a Venezuela

  Después de casi cinco años sin sentarme a escribir un artículo de opinión, que hacía con rigurosidad todas las semanas hasta diciembre del...