lunes, 24 de julio de 2017

El falso Mesías



Es una semana histórica y crucial en Venezuela. Para el momento de escribir el artículo, el régimen de Nicolás Maduro seguía adelante, contra viento y marea con la Constituyente, en vez de negociar una salida pacífica al conflicto que ya alcanza 116 días en la calle, más de 90 muertos, un paro cívico, dos más en puerta, etc.

¿Cómo llegamos aquí?, repasemos rápidamente el origen del conflicto. Todo comenzó con un falso Mesías que llegó al poder con una popularidad avasallante, con el apoyo de la clase media y de algunos sectores económicos.  

Ese falso Mesías mintió, y aún así ganaba elecciones. Veinte triunfos y dos derrotas “pírricas” como les decía, pero al fin y al cabo derrotas y también cuentan.

El falso Mesías logró equiparse y asesorarse bien en materia de inteligencia, dos hombres lo acompañaron en su transitar, le informaban con detalles cómo sus más cercanos “compañeros de revolución” se enriquecían rápida y vertiginosamente con negocios fraudulentos.

Hoy esos dos hombres no están del lado de la barbarie y vienen alertando de una guerra civil, pero los discípulos del falso Mesías siguen sin escuchar.

El falso Mesías hablaba todos días, vendía esperanza y endeudaba al país,nos inventó una guerra asimétrica, nos inventó el imperialismo yanqui, nos estafó con el cambio, con hacer justicia, pero sobre todo sembró discordia en el pueblo; y cuando le tocó partir dejó a la cabeza a unos discípulos enfermos de odio, resentimiento, división y ambición de poder.

Al final del ocaso el falso Mesías optó por el menos malo, el recomendado del barbudo, al que prepararon con una petrochequera, un avión y el cargo de canciller; como dice un amigo “algo debió tener”; sin embargo, carece de uno de los ingredientes vitales para cualquier guerrero: la sensatez.

Las decisiones las toman entre siete, pero últimamente escuchan mucho a un octavo con voz de mando que es quien los mantiene en el poder, sin él, el juego se les tranca; más que la voz del padrino son las armas con las que cuenta las que le dan poder y autoridad.

En nombre del falso Mesías van con la Constituyente a “pasos de vencedores”, pero sepan, que accionado ese fraude del domingo 30 de julio, la calle no se va desactivar, la paz no va regresar a sus casas y el camino que les tocará recorrer estará minado por las tempestades que sembraron durante todos estos años. 

Se pierde una batalla, pero no la guerra, la MUD y los líderes políticos han estado a la altura y al frente de la lucha, a partir del 31 de julio tendrán el reto de encaminar a la oposición al siguiente combate que serán las elecciones regionales, eso sí, sin dejar la protesta, pues según el reciente estudio de opinión de la Ucab el 93.1 % está dispuesto a mantenerse en la calle, o sea, a 9 de cada 10 venezolanos no los frena nada, ni nadie. 

“El que tenga oídos que oiga”, tal cual como termina la lectura del santo evangelio según San Mateo (Mt 13,24-43). A los discípulos del mal les queda menos tiempo, pero aún conservan un 20% de seguidores que se mantienen refugiados en el mensaje del falso mesías.

Por el bien de los venezolano y el futuro del país, espero equivocarme y ser sorprendido con la noticia de que la Constituyente no va; pareciera avanzar la posibilidad de frenarla. Como dicen los médicos, mientras haya vida, hay esperanza.

Edward Rodríguez
@edwardr74





martes, 18 de julio de 2017

Tun, tun Nicolás



Seguramente Nicolás recibió, durante todo el día del pasado domingo 16 de julio, los informes de inteligencia del Sebin y del G2 cubano detallándole la jornada de la Consulta Popular dentro y fuera de Venezuela: participación masiva y aplastante.  

Cada reporte, uno más detallado que el otro, uno con más verdades o mentiras que el otro, pero al final con la misma conclusión que resumiría de manera hipotética lo siguiente: Señor Presidente, le informamos que la MUD logró movilizar en masa y espontáneamente a la población; el plebiscito o Consulta Popular, como lo llaman ellos fue un éxito; además señor Presidente, cabe destacar que un número importante de empleados públicos participó; no tenemos la cifra exacta y eso nos preocupa”.

El régimen silenció a los medios de comunicación privados para que no transmitieran la Consulta Popular, pero también silenció en esos mismos medios la cobertura objetiva del simulacro de cara a la Constituyente. Este último sólo tuvo presencia en el Sistema Nacional de Medios Públicos.

Si yo fuese Maduro ni me guiara ni sintonizara VTV, por citar un ejemplo, pues siempre le van mentir; el 16 de julio vio imágenes full de gente en los centros electorales del simulacro, pero todos en su mayoría movilizados y literalmente sacados de sus casas por el partido de Gobierno; pero como el fin último es mantenerse en el poder a costa de lo que sea, cualquiera del anillo cercano a Nicolás le mentirá sin el más mínimo temor.

Me imagino a Pancho (Francisco Arias) reportándole sobre el simulacro en el Zulia: “Señor Presidente, por aquí todo normal. En el Zulia alcanzamos la meta”; a Dario Vivas diciéndole: “Jefe, misión cumplida”; a Vielma Mora por WhatsApp: “Lo logramos, la gente en Táchira nos respondió”, o a la triste célebre Jaquelin Farías con voz alegre expresándole: “Presidente, vi mucha emoción en la gente”, sin especificarle que era en los participantes de la Consulta Popular, y no en la del simulacro de la Constituyente.

La oposición logró sin CNE, sin los militares del Plan República, sin dinero, sin maquinaria y sin campaña, motivar y hacer participar cívica y espontáneamente a siete millones 600 mil venezolanos, sin duda, un hecho histórico y sin precedentes en el país.

Esta cifra retumba en Venezuela, en el mundo y se convirtió en el Tun Tun que llegó a Miraflores, a la Casona o a Fuerte Tiuna donde pernocta el Mandatario nacional; no es el tradicional parrandón navideño; sino que quizás es el penúltimo tren de Maduro para frenar esa arbitraria Constituyente que sólo va desembocar en un baño de sangre, pues el Gobierno advirtió que el 2 de agosto van al hemiciclo a sesionar con sus 500 constituyentistas.

Tun, tun Nicolás, fuimos más de siete millones 600 mil de venezolanos los que participamos en la Consulta Popular que, por cierto, numérica y simbólicamente es el revocatorio a tu mandato.

Tun, tun Nicolás, esta semana damos un paso más en la lucha por el rescate de Venezuela al poner en marcha una agenda de acciones como, la ejecución del primer paro cívico nacional de 24 horas, firma de un Acuerdo nacional de gobernabilidad y el nombramiento de nuevos magistrados.

El consejo de “siga resistiendo que de esta salimos” puede convertirse en la peor pesadilla de un hombre que no supo gobernar un país. Testículos e inteligencia en la hora menguada.

Tun, tun Nicolás.
Edward Rodríguez
@edwardr74


martes, 11 de julio de 2017

Los tres SÍ del plebiscito



¿Con qué se come eso del plebiscito?, es la pregunta de las mil lochas que ronda en las marchas, plantones, trancas, supermercados, bancos y pare usted de contar.

La respuesta es sencilla: con participación masiva y avasallante el próximo domingo 16 de julio para marcar tres a las tres interrogantes de la histórica consulta popular en la que podremos participar todos los venezolanos dentro y fuera del país.

Confieso que cuando escuché hablar del plebiscito, de entrada, no me hizo click, por aquello de dudar de la efectividad de todo, sin embargo, al dejar reposar la idea, uno se da cuenta que es una herramienta de lucha pacífica y democrática contra un régimen al que desde el 2015 le huye a todo lo que huela participación soberana.

Los que somos DEMÓCRATAS agotamos todas las instancias y todos los métodos para lograr los objetivos de la libertad de pensamiento.

El plebiscito es una consulta popular, al cual estamos llamados a participar por nuestros hijos, por nuestros escuderos, por nuestros 91 muertos, por nuestros más de tres mil heridos y los mil presos que ha dejado la protesta histórica más importante del siglo XXl para los venezolanos, sin desmeritar todas las anteriores como las del 2002, paro petrolero, cierre de Rctv, 2014 y procesos electorales; pero aquí llevamos 102 días de lucha permanente.

Desde ya puedo decir que en un papel cualquiera y del color que sea, reciclado o no, yo marcaré un a las tres preguntas que se consultan. Marcaré que SÍ rechazo y desconozco la realización de la Constituyente, marcaré que SÍ demando a la Fuerza Armada defender la Constitución del año 1999, y finalmente diré que SÍ apruebo la renovación de los poderes públicos y la realización de elecciones libres y transparentes.

Como es de esperarse, para el régimen esta consulta popular es ilegal, pero es que para ellos todo lo que hagamos en el marco de la Constitución no tiene validez, por lo tanto, nosotros sigamos con nuestra agenda.

Que las iglesias sirvan de puntos para la consulta popular me dan fuerza y fe, no están con una parcialidad, están con la democracia, con la vida, con la pluralidad; la jerarquía eclesiástica también tiene mucho que perder, pero ya al día de hoy todos estamos perdiendo el país.

Que nadie dude de participar en el plebiscito y decir a los cuatro vientos: señores, arrancó la hora de la desobediencia civil amparada por la Constitución de 1999, y no la abandonaremos hasta que se restituya el hilo constitucional.

El régimen con sus alfiles ya salió a caerle a palo al plebiscito con argumentos rebuscados dicen que esto es un mecanismo de la guerra no convencional, una violencia sistemática de reglas de combate e irrespeto de los objetivos. Perdón, aquí los que tienen 18 años hablando e imaginando guerras han sido ellos.

Para los demócratas de verdad llegó el momento de demostrar nuestro talante y espíritu libertario, este domingo 16 de julio la lucha la daremos en el escenario al que tanto terror le tiene Nicolás Maduro y su combo: las urnas electorales, en esta ocasión, a través de la consulta popular.

Y recuerden que el plebiscito se come con tres .

Edward Rodríguez
@edwardr74









jueves, 6 de julio de 2017

Luisa en manos de “Dios”



Definitivamente la fiscal Luisa Ortega Díaz, debió pensar mucho el paso trascendental y justo que dio cuando aquella mañana del viernes 31 de marzo de 2017 anunció que se había roto el hilo constitucional en Venezuela.

El 16 de junio escribí sobre la funcionaria, y hoy nuevamente vuelvo a hacerlo pues es la noticia del momento, le toca, exactamente hoy 4 de julio, enfrentar el antejuicio de mérito que los magistrados de la Sala Plena del Tribunal Supremo de Justicia abrieron en su contra porque según ellos, no sabemos basados en qué, cometió “faltas graves”.

La fiscal General de la República se enfrenta a su propia justicia, pero aún así salió a dar la batalla quizás motivada por la deuda moral con el país. En su última rueda de prensa ratificó la ruptura del hilo constitucional, o lo que es lo mismo, el golpe de Estado dado por el TSJ; habló del proceso de desmontaje del Ministerio Público, volvió a desconocer las sentencias 155 y 156, regañó a los diputados a quienes les recordó que no están en desacato; y prometió defender con su vida la Constitución. Una semana crucial e histórica.

Luisa está en manos de “Dios”; pero no ese Dios omnipresente y omnipotente que tiene nombre según sea la religión con la que se le adore; sino en las del “Dios” del Gobierno, ese que no puede estar presente en ningún sitio fuera de Venezuela, pero sí omnipotente por el poder que ostenta; ese, el del mazo horrible y con caspa que pone delante de él todas las semanas. En manos de ese “Dios” está.

La saña es tal que, antes de su comparecencia en el TSJ, a la doctora Ortega Díaz le prohibieron salir del país, le congelaron las cuentas bancarias, así como también le prohibieron vender sus propiedades; lo único que les faltó fue emitir la sentencia firme, sin apelación y con la cantidad de años de arresto en el Inof, recinto carcelario donde la jueza María Lourdes Afiuni estuvo casi cinco años presa por la misma justicia que enfrenta hoy la Fiscal General.

La solicitud que hizo Pedrito (Carreño), que seguramente se la redactaron en la misma Sala Plena del TSJ para que no tuviese errores como la de la insania mental, ha puesto a Luisa contra las cuerdas, muchos dirían: a probar una cucharada de su propia medicina.

Por cierto, y valga un inciso, a Pedrito siempre lo dejaban en una salita bien retirado del “Comandante eterno” cuando visitaba la famosa casa Macondo de Miguel Enrique Otero; mientras el hoy difunto Presidente Hugo Chávez, se mecía en la hamaca de la casa y echaba los mil y un cuento.

El antejuicio de mérito contra Luisa Ortega, no es nada parecido al del difunto Luis Miquelena, cuando el entonces Fiscal General, Javier Elechiguerra, lo solicitó ante el TSJ; pues había la presunción de que el presidente de la Comisión Legislativa de la Asamblea Nacional había cometido el delito de tráfico de influencias, malversación específica o sobregiros presupuestarios y falsedad en la declaración jurada de patrimonio,  por aquella famosa contratación de una empresa para imprimir un millón de ejemplares del proyecto de Constitución. En aquel momento hasta el mismo Chávez se alegró de la independencia de poderes.

Doctora Luisa Ortega, y disculpe que la tutee, por los vientos que soplan usted no correrá con la misma suerte del “hombre fuerte de Hugo Chávez” hasta el 2002; dicen que los hombres son del tamaño de sus adversidades, así que queda de su parte seguir demostrando que su defensa por la Constitución es hasta las últimas consecuencias.

Lo que no midió fue que el Gobierno sería tan rápido, y no le dio chance de solicitar el antejuicio de mérito contra Nicolás Maduro, por ejemplo; u ordenar investigaciones contra los oficiales responsables de las muertes y la represión hoy resumidos al “éxito” del coronel Lugo, quien con un empujón y tres gritos al presidente de la Asamblea Nacional es la estrella del momento.

Finalmente, doctora, aún y cuando el Cardenal Urosa Sabino, como máximo representante de la Iglesia en Venezuela, la respalda; definitivamente y sin duda alguna, usted está en manos del “Dios”.

Edward Rodríguez
@edwardr74



FANB, es el momento estelar



Hablar del tema militar en Venezuela es similar a tener en las manos una caja negra con códigos secretos que nadie se atreve a abrir, pero que necesaria e impostergablemente hay que destapar.

Hoy tenemos diversidad de opiniones encontradas dentro y fuera de los cuarteles, razón suficiente para abordar la situación aún y cuando cause roncha de lado y lado.
El uniforme militar ha marcado la historia venezolana desde Simón Bolívar, todo el siglo XX y lo que va del siglo XXI también, eso hay que tenerlo claro para descifrar los códigos secretos de la “caja negra”.

Para los andinos el uniforme militar parece que nos los inyectan en el tetero, lo digo de manera anecdótica, pues en mi caso particular, al terminar bachillerato opté por la Academia Militar, después de presentar la prueba, me di cuenta que lo mío es el periodismo; pero siempre he respetado a la institución castrense.

Me remonto a los años previos del fracasado golpe de Estado del 4 de febrero de 1992. Mi padre, de pensamiento de izquierda, venido de abajo y luchador social; cuando conversaba con sus amigos siempre decía “aquí falta un golpe de Estado, los militares tienen que actuar, la corrupción no se aguanta; entre adecos y copeyanos acabaron con este país”.

Eso era lo que se escuchaba reiteradamente fuera de Miraflores, es decir, en los barrios y en la clase media. Chávez lo supo interpretar y vino el golpe.

Con aquella fallida insurgencia militar, salió el “por ahora” y luego el discurso de Rafael Caldera que lo hizo presidente por segunda vez.

Ahora bien, la responsabilidad del militar va más allá de la identificación con un hombre, la Patria es primero y cuando decimos PATRIA, ustedes oficiales, saben mejor que nadie lo que significa esa palabra.

Están en el momento estelar, y digo esto luego de ver los resultados de la encuesta de Meganalisis, de Rubén Dario Madrid con 38 años de experiencia en el área. En ese estudio que terminó el 14 de junio, hay una pregunta interesante; pero la respuesta es más interesante todavía.

“¿Confía en las Fuerzas Armadas, las mismas que respetaron los resultados del 6-D del 2015?”. El 61.5% dijo que sí.

Qué responsabilidad tan grande tienen los militares venezolanos si, dos años después de respetar la voluntad de más de siete millos de venezolanos que eligió un Parlamento autónomo, desconocen, irrespetan y violan la soberanía del pueblo al permitir que se concrete la Constituyente, por demás inconstitucional debido a la forma en que está planteada y reglamentada.

Ese pueblo que pidió el golpe de Estado de 1992 hoy está hablando de nuevo, pero masivamente en las calles de Venezuela; ahora le pide a la Fuerza Armada Nacional que respete la Constitución, que le dé un para’o a Maduro y a su combo, pues ha sumido al país en la peor crisis de la historia y lo ha llevado a los niveles más bajos jamás imaginables.

Es el momento estelar de la FANB, como hace 196 años cuando el Ejército republicano comandado por Simón Bolívar venció al Ejército realista; victoria que marcó la Independencia de Venezuela. Es la hora de luchar al lado del pueblo venezolano para rescatar la libertad e independencia que tantas vidas nos ha costado desde aquel 24 de junio de 1821 hasta el pasado jueves 22 cuando cayó David Vallenilla (22) durante el combate que libraba por un mejor país.  

Vaya reto tienen en sus manos los mayores generales Suárez Chourio y Ornelas Ferreira, la Fuerza Armada Nacional Bolivariana no es para ir a bailar y aplaudir en programas TV, sino para estar de la mano del pueblo.

Hay que abrir la caja negra.

Edward Rodríguez
@edwardr74


De gobernadores a “la nada”



No recuerdo exactamente el día ni el motivo, pero si al protagonista de aquella frase: “ustedes, la oposición, son la nada”, efectivamente se trataba del llamado comandante supremo, Hugo Chávez; quien lo repitió una y otra vez para referirse a la otrora y “pírrica” oposición: “ustedes, son la nada”.

Así tal cual, hoy siento que las palabras de Hugo le caen como anillo al dedo a los seis gobernantes regionales del Psuv que irresponsablemente dejaron sus cargos y aceptaron otros en el Gobierno nacional; para, por un lado, abandonar las entidades en las que fueron electos, y por el otro, para pasar a ser “la nada”.

Ahora bien, demos un pequeño repaso de cómo los hombres y mujeres de la Revolución pasan, en cuestión de minutos, de ser poderosos e influyentes, a “la nada” como diría su líder, el hoy fallecido Hugo Rafael Chávez Frías.

La historia nos demuestra que cuando Chávez gobernaba, premiaba a sus pupilos enviándolos de candidatos a gobernadores bajo la excusa de ser sus mejores hombres y mujeres, pero esa misma historia nos recuerda que el comandante supremo, hacía gala de esa carta bajo la manga para “salir” de ellos cuando se convertían en piezas incómodas o tenían muchos trompos enrollados.

Veamos el caso del profesor Luis Acuña, un día lo despertaron y le dijeron: te vas para Sucre; y el hombre se fue. Otro día, ya pasado su período como gobernador, lo llama el sucesor de Miraflores y le dice: te vas para no volver; el hombre se fue y no dejó nada, sólo mandar a sembrar tomates.

Con el “Negro Aristóbulo” también ocurrió algo parecido, Tarek William Saab tenía mucho tiempo en Anzoátegui y había que sacarlo; por eso envían al “Negro” como candidato, quien se alza con la gobernación gracias a su verbo encendido; pero un día lo llamaron y el “Negro” se convirtió en Vicepresidente de la república, ¿qué más puede pedir un hombre?, Anzoátegui se quedó sin su “Negro” y sin obras, pues no dejó nada para el recuerdo; y Aristóbulo de gobernador pasó a ser “la nada”.

Con Castro Soteldo recuerdo que, de ministro de Turismo, en realidad no sé qué hizo, lo enviaron a Portuguesa; como gobernador lo vimos en unos cuantos programas en Campo abierto, con vaquitas al fondo y uno que otro granero, todo, montaje para televisión. De pronto recibió la llamada, y se lo llevaron para el Ejecutivo nacional como ministro de Agricultura, vaya usted a saber cuál es su gran obra. De gobernador pasó a ser “la nada”.

De Erika Farías, vemos cómo de sus roles nacionales y de partido, la enviaron para Cojedes, la tierra de la Primera combatiente, seguro existe un afecto más allá de la camaradería, luego la llamaron y cual salida de Harvard se la llevaron al Gobierno nacional como ministra de Comunas, Cojedes se quedó sin gobernadora, ni obras. Ahora la enviaron a la Constituyente, y engrosa la lista de gobernadora a “la nada”.

Del “camarada” El Aissami, siempre es un misterio la aureola que lo cubre, como diría un político de Cabimas “con más casos o vinculaciones que El Chavo”. Vemos que del panorama nacional pasa al regional; se convierte en gobernador de Aragua, saca a Rafael Isea del camino, se instala, hace una que otra Expo Feria; pero al poco tiempo se lo llevan para la Vicepresidencia de la República.

Finalmente tenemos el reciente caso de Francisco Ameliach, gobernador de Carabobo; ya él mismo lo declaró su gestión “terminó”, sólo que le faltó aclarar que el CNE les dio una ñapa para que siguieran de gobernadores, ni tonto que fueran para salir a decir que no querían esa ñapa. Pasa de gobernador a aspirante a constituyentista.

Como vemos, estos “camaradas” dejaron de ser gobernadores para nada, seguro estoy que algunos piensan que con la Constituyente se vestirán de inmunidad, pero se quedarán como las guayaberas: por fuera; porque tal propuesta inconstitucional y fraudulenta, no va. En esta corrida se salvó Pancho.
Edwrad Rodríguez
@edwardr74





Luisa Ortega: transición, centro y negociación



El viernes 31 de marzo de 2017 quedará en la historia de Venezuela como el día en el que el régimen recibió una estocada impregnada de democracia y autonomía. La Fiscal general de la República, Luisa Ortega Díaz, denunciaba ante el mundo que en el país había “ruptura del orden constitucional”.

Ese día, poco antes del mediodía, el régimen perdía una de sus piezas claves y fundamentales, pues en rueda de prensa, no televisada por Venezolana de Televisión, la doctora Ortega Díaz de manera precisa y concisa decía que las sentencias 155 y 156 emitidas por el Tribunal Supremo de Justicia limitaban, por no decir que aniquilaban, las funciones de la Asamblea Nacional.

Desde ese instante comenzamos a respirar aires de una fiscalía que se estaba desplazando de la izquierda hacia el centro de donde esperamos que nunca se vuelva a mover a cualquiera de los extremos, así el corazón siempre tenga una parcialidad.

Más allá de las complicidades, sentencias, expedientes montados, detenciones injustas y silencio; que Venezuela cuente con otro Poder autónomo, como pareciera ser ahora una parte del Poder moral, es de beneficio para la democracia a la que millones de venezolanos han salido a defender en la calle desde hace casi tres meses.

Bien lo decía Don Quijote y Sancho Panza: “cuando los perros ladran es porque vamos por buen camino”. La fiscal ya comenzó a sentir los ladridos   e insultos de sus ex compañeritos de la revolución, sin embargo, sin perder la cordura y el centro que tanto queremos los venezolanos, ha hecho oídos sordos.

Luisa Ortega no sólo recibió insultos y reservas del lado de la oposición, sino que también ha contado con el respaldo de connotados personajes, que a mi juicio gozan de respeto y credibilidad, como el ex fiscal Javier Elechiguerra, Giuseppe Gianneto, Alonso Moleiro, Teresa Albanez, Richard Páez, entre otros, así que creo que más son los que suman que los que restan.

El 6 de junio, Ortega Díaz, dio otra estocada al decir textualmente: “el día que repartieron el miedo, yo no llegué”, en este mensaje, que aún retumba en los pasillos de Miraflores, está claro que no hay amenaza, advertencia o extorsión que valga; seguirá adelante y así lo demostró cuando dos días después, introdujo ante la Sala Electoral del TSJ un recurso de nulidad contra la Constituyente de Nicolás Maduro.

Sin duda la fiscal, nombrada por la Asamblea Nacional roja rojita en el 2007, tendrá un papel preponderante cuando llegue la hora de la transición en Venezuela, y quizás muchos de los que la insultaron tengan que alzar su teléfono para mediar.

Ahora bien, como dicen por allí, la señora Luisa Ortega se deberá jugar a Rosalinda, sin mirar para los lados y con pruebas en mano tendrá que solicitar el antejuicio de mérito contra presidente de la República, Nicolás Maduro Moros, capaz y el TSJ da una sorpresa y no lo declara inadmisible.

A la tercera va la vencida, y faltan 48 días.

Edward Rodríguez

@edwardr74

Hay que jugarle limpio a Venezuela

  Después de casi cinco años sin sentarme a escribir un artículo de opinión, que hacía con rigurosidad todas las semanas hasta diciembre del...