Seguramente Nicolás
recibió, durante todo el día del pasado domingo 16 de julio, los informes de
inteligencia del Sebin y del G2 cubano detallándole la jornada de la Consulta
Popular dentro y fuera de Venezuela: participación masiva y aplastante.
Cada reporte, uno más detallado
que el otro, uno con más verdades o mentiras que el otro, pero al final con la
misma conclusión que resumiría de manera hipotética lo siguiente: “Señor Presidente, le informamos que la MUD
logró movilizar en masa y espontáneamente a la población; el plebiscito o
Consulta Popular, como lo llaman ellos fue un éxito; además señor Presidente, cabe
destacar que un número importante de empleados públicos participó; no tenemos
la cifra exacta y eso nos preocupa”.
El régimen silenció a
los medios de comunicación privados para que no transmitieran la Consulta
Popular, pero también silenció en esos mismos medios la cobertura objetiva del
simulacro de cara a la Constituyente. Este último sólo tuvo presencia en el Sistema
Nacional de Medios Públicos.
Si yo fuese Maduro ni
me guiara ni sintonizara VTV, por citar un ejemplo, pues siempre le van mentir;
el 16 de julio vio imágenes full de gente en los centros electorales del simulacro,
pero todos en su mayoría movilizados y literalmente sacados de sus casas por el
partido de Gobierno; pero como el fin último es mantenerse en el poder a costa
de lo que sea, cualquiera del anillo cercano a Nicolás le mentirá sin el más
mínimo temor.
Me imagino a Pancho
(Francisco Arias) reportándole sobre el simulacro en el Zulia: “Señor Presidente, por aquí todo normal. En
el Zulia alcanzamos la meta”; a Dario Vivas diciéndole: “Jefe, misión cumplida”; a Vielma Mora
por WhatsApp: “Lo logramos, la gente en
Táchira nos respondió”, o a la triste célebre Jaquelin Farías con voz
alegre expresándole: “Presidente, vi
mucha emoción en la gente”, sin especificarle que era en los participantes
de la Consulta Popular, y no en la del simulacro de la Constituyente.
La oposición logró sin
CNE, sin los militares del Plan República, sin dinero, sin maquinaria y sin campaña,
motivar y hacer participar cívica y espontáneamente a siete millones 600 mil
venezolanos, sin duda, un hecho histórico y sin precedentes en el país.
Esta cifra retumba en
Venezuela, en el mundo y se convirtió en el Tun Tun que llegó a Miraflores, a
la Casona o a Fuerte Tiuna donde pernocta el Mandatario nacional; no es el tradicional
parrandón navideño; sino que quizás es el penúltimo tren de Maduro para frenar
esa arbitraria Constituyente que sólo va desembocar en un baño de sangre, pues
el Gobierno advirtió que el 2 de agosto van al hemiciclo a sesionar con sus 500
constituyentistas.
Tun, tun Nicolás,
fuimos más de siete millones 600 mil de venezolanos los que participamos en la
Consulta Popular que, por cierto, numérica y simbólicamente es el revocatorio a
tu mandato.
Tun, tun Nicolás, esta
semana damos un paso más en la lucha por el rescate de Venezuela al poner en
marcha una agenda de acciones como, la ejecución del primer paro cívico
nacional de 24 horas, firma de un Acuerdo nacional de gobernabilidad y el
nombramiento de nuevos magistrados.
El consejo de “siga resistiendo que de esta salimos”
puede convertirse en la peor pesadilla de un hombre que no supo gobernar un
país. Testículos e inteligencia en la hora menguada.
Tun, tun Nicolás.
Edward Rodríguez
@edwardr74
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