No recuerdo exactamente
el día ni el motivo, pero si al protagonista de aquella frase: “ustedes, la oposición, son la nada”,
efectivamente se trataba del llamado comandante supremo, Hugo Chávez; quien lo repitió
una y otra vez para referirse a la otrora y “pírrica” oposición: “ustedes, son la nada”.
Así tal cual, hoy
siento que las palabras de Hugo le caen como anillo al dedo a los seis
gobernantes regionales del Psuv que irresponsablemente dejaron sus cargos y
aceptaron otros en el Gobierno nacional; para, por un lado, abandonar las
entidades en las que fueron electos, y por el otro, para pasar a ser “la nada”.
Ahora bien, demos un
pequeño repaso de cómo los hombres y mujeres de la Revolución pasan, en
cuestión de minutos, de ser poderosos e influyentes, a “la nada” como diría su
líder, el hoy fallecido Hugo Rafael Chávez Frías.
La historia nos
demuestra que cuando Chávez gobernaba, premiaba a sus pupilos enviándolos de
candidatos a gobernadores bajo la excusa de ser sus mejores hombres y mujeres,
pero esa misma historia nos recuerda que el comandante supremo, hacía gala de
esa carta bajo la manga para “salir” de ellos cuando se convertían en piezas
incómodas o tenían muchos trompos enrollados.
Veamos el caso del
profesor Luis Acuña, un día lo despertaron y le dijeron: te vas para Sucre; y
el hombre se fue. Otro día, ya pasado su período como gobernador, lo llama el
sucesor de Miraflores y le dice: te vas para no volver; el hombre se fue y no
dejó nada, sólo mandar a sembrar tomates.
Con el “Negro Aristóbulo”
también ocurrió algo parecido, Tarek William Saab tenía mucho tiempo en
Anzoátegui y había que sacarlo; por eso envían al “Negro” como candidato, quien
se alza con la gobernación gracias a su verbo encendido; pero un día lo llamaron
y el “Negro” se convirtió en Vicepresidente de la república, ¿qué más puede
pedir un hombre?, Anzoátegui se quedó sin su “Negro” y sin obras, pues no dejó
nada para el recuerdo; y Aristóbulo de gobernador pasó a ser “la nada”.
Con Castro Soteldo
recuerdo que, de ministro de Turismo, en realidad no sé qué hizo, lo enviaron a
Portuguesa; como gobernador lo vimos en unos cuantos programas en Campo
abierto, con vaquitas al fondo y uno que otro granero, todo, montaje para televisión.
De pronto recibió la llamada, y se lo llevaron para el Ejecutivo nacional como
ministro de Agricultura, vaya usted a saber cuál es su gran obra. De gobernador
pasó a ser “la nada”.
De Erika Farías, vemos
cómo de sus roles nacionales y de partido, la enviaron para Cojedes, la tierra
de la Primera combatiente, seguro existe un afecto más allá de la camaradería,
luego la llamaron y cual salida de Harvard se la llevaron al Gobierno nacional
como ministra de Comunas, Cojedes se quedó sin gobernadora, ni obras. Ahora la
enviaron a la Constituyente, y engrosa la lista de gobernadora a “la nada”.
Del “camarada” El Aissami,
siempre es un misterio la aureola que lo cubre, como diría un político de Cabimas
“con más casos o vinculaciones que El Chavo”. Vemos que del panorama nacional pasa
al regional; se convierte en gobernador de Aragua, saca a Rafael Isea del
camino, se instala, hace una que otra Expo Feria; pero al poco tiempo se lo
llevan para la Vicepresidencia de la República.
Finalmente tenemos el
reciente caso de Francisco Ameliach, gobernador de Carabobo; ya él mismo lo
declaró su gestión “terminó”, sólo que le faltó aclarar que el CNE les dio una ñapa
para que siguieran de gobernadores, ni tonto que fueran para salir a decir que
no querían esa ñapa. Pasa de gobernador a aspirante a constituyentista.
Como vemos, estos “camaradas”
dejaron de ser gobernadores para nada, seguro estoy que algunos piensan que con
la Constituyente se vestirán de inmunidad, pero se quedarán como las
guayaberas: por fuera; porque tal propuesta inconstitucional y fraudulenta, no
va. En esta corrida se salvó Pancho.
Edwrad Rodríguez
@edwardr74
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