Hablar del tema militar
en Venezuela es similar a tener en las manos una caja negra con códigos
secretos que nadie se atreve a abrir, pero que necesaria e impostergablemente
hay que destapar.
Hoy tenemos diversidad
de opiniones encontradas dentro y fuera de los cuarteles, razón suficiente para
abordar la situación aún y cuando cause roncha de lado y lado.
El uniforme militar ha
marcado la historia venezolana desde Simón Bolívar, todo el siglo XX y lo que
va del siglo XXI también, eso hay que tenerlo claro para descifrar los códigos
secretos de la “caja negra”.
Para los andinos el
uniforme militar parece que nos los inyectan en el tetero, lo digo de manera
anecdótica, pues en mi caso particular, al terminar bachillerato opté por la
Academia Militar, después de presentar la prueba, me di cuenta que lo mío es el
periodismo; pero siempre he respetado a la institución castrense.
Me remonto a los años
previos del fracasado golpe de Estado del 4 de febrero de 1992. Mi padre, de
pensamiento de izquierda, venido de abajo y luchador social; cuando conversaba
con sus amigos siempre decía “aquí falta un golpe de Estado, los militares
tienen que actuar, la corrupción no se aguanta; entre adecos y copeyanos
acabaron con este país”.
Eso era lo que se escuchaba reiteradamente fuera de
Miraflores, es decir, en los barrios y en la clase media. Chávez lo supo
interpretar y vino el golpe.
Con aquella fallida insurgencia
militar, salió el “por ahora” y luego el discurso de Rafael Caldera que lo hizo
presidente por segunda vez.
Ahora bien, la
responsabilidad del militar va más allá de la identificación con un hombre, la
Patria es primero y cuando decimos PATRIA, ustedes oficiales, saben mejor que
nadie lo que significa esa palabra.
Están en el momento
estelar, y digo esto luego de ver los resultados de la encuesta de Meganalisis,
de Rubén Dario Madrid con 38 años de experiencia en el área. En ese estudio que
terminó el 14 de junio, hay una pregunta interesante; pero la respuesta es más
interesante todavía.
“¿Confía en las Fuerzas Armadas, las mismas que respetaron
los resultados del 6-D del 2015?”. El 61.5% dijo que sí.
Qué responsabilidad tan
grande tienen los militares venezolanos si, dos años después de respetar la
voluntad de más de siete millos de venezolanos que eligió un Parlamento
autónomo, desconocen, irrespetan y violan la soberanía del pueblo al permitir
que se concrete la Constituyente, por demás inconstitucional debido a la forma
en que está planteada y reglamentada.
Ese pueblo que pidió el
golpe de Estado de 1992 hoy está hablando de nuevo, pero masivamente en las
calles de Venezuela; ahora le pide a la Fuerza Armada Nacional que respete la Constitución,
que le dé un para’o a Maduro y a su combo, pues ha sumido al país en la peor
crisis de la historia y lo ha llevado a los niveles más bajos jamás
imaginables.
Es el momento estelar
de la FANB, como hace 196 años cuando el Ejército republicano comandado por
Simón Bolívar venció al Ejército realista; victoria que marcó la Independencia
de Venezuela. Es la hora de luchar al lado del pueblo venezolano para rescatar
la libertad e independencia que tantas vidas nos ha costado desde aquel 24 de
junio de 1821 hasta el pasado jueves 22 cuando cayó David Vallenilla (22)
durante el combate que libraba por un mejor país.
Vaya reto tienen en sus
manos los mayores generales Suárez Chourio y Ornelas Ferreira, la Fuerza Armada
Nacional Bolivariana no es para ir a bailar y aplaudir en programas TV, sino para
estar de la mano del pueblo.
Hay que abrir la caja
negra.
Edward Rodríguez
@edwardr74
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