Cuando el mundo va camino a frenar una guerra nuclear,
por las reiteradas y pintorescas amenazas del líder norcoreano Kim Jong Un, y
que posiblemente lleguen a su final este de 12 junio cuando se reúna con el
Presidente de la otra potencia mundial, Donald Trump; en Venezuela estamos
nadando contra corriente.
Antes, no hace mucho tiempo tampoco, cuando vivía Hugo
Chávez era promotor de cuanta Cumbre se le ocurría, y en un abrir y cerrar de
ojos contaba: “un, dos, tres, pollito
inglés”, y se hacía la Cumbre; pero ahora parece que la orden es distinta.
Que Nicolás Maduro haya decidido sacar a Venezuela de la Organización de
Estados Americanos (OEA), es un hecho; así
lo reiteró este lunes 4 de junio el canciller de la República, Jorge
Arreaza, que por cierto fueron bastante reseñadas sus declaraciones y
pataletas.
En un tono light
y sereno, lanzó esa bombita del preaviso y luego su jefe Nicolás anunció que
decretaría “día festivo” cuando Venezuela ya no esté en la OEA; pero para eso
va a tener que seguir esperando por lo menos un año más porque esos trámites se
tardan dos años; capaz y se queda con las ganas.
Lo que ocurrió este 4 de junio en la asamblea general
de la OEA quedará en el recuerdo por el triste papel de un aprendiz de
canciller (Arreaza), y por la diplomática e impecable confrontación que le hizo
el canciller chileno Roberto Ampuero quien comparó al ex yerno de Chávez, con
“una pared con la que no se puede dialogar”, además lo señaló como parte de los
responsables de llevar a Venezuela a un “callejón sin salida”, y remató dejando
al aire la reflexión: “¿si así nos trata a nosotros, cómo tratará a su pueblo?”
Sin duda El
canciller Jorge Arreaza llevó lo suyo en la sesión 48 de la Asamblea General de
la OEA.
Recuerdo a Arreaza en el programa de entrevistas que
conducía por VTV, aun y cuando por la línea editorial de ese medio y de pronto
del mismo entrevistador, sólo llevaban invitados afectos al régimen, parecía muy
ponderado, o sea, se mostraba como pez en el agua. Al dejar la TV, asumió
cargos en el ministerio de Ciencia y Tecnología, se casó con una hija de Chávez,
y hasta fue Vicepresidente de la República Bolivariana de Venezuela durante
tres años y bajo el primer mandato de Nicolás, hasta que en el 2017 lo nombran
canciller.
Este triste célebre canciller venezolano pasará a la
historia por el preaviso de la salida de Venezuela de la OEA, si es que antes
no la suspenden los países miembros tal como se discute en estos momentos en el
que escribo este artículo; y por las pataletas dadas en la 48 Asamblea General
del organismo.
Hoy más aislados que nunca, hoy más desprotegidos y
navegando más solos en las aguas internacionales, cada nación con sus propios
conflictos y problemas.
Quizás Arreaza piense que si a Cuba no le hizo falta
estar en la OEA ¿por qué a nosotros nos va hacer falta? A veces las bombas no
suenan ni se sienten hasta que caen, por eso es mejor un mundo desnuclearizado
en ideología también.
Hay que desnuclearizar a Arreaza.
Edward Rodríguez
@edwardr74
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