Pasada la emoción que generó en los presentes,
opinadores y colegas periodistas que cubrieron el primer acto del Frente Amplio
Venezuela Libre, es válido y necesario hacer unas reflexiones que contribuyan a
que esa plataforma que tiene como objetivo servir de guía y acción para salir
de este gobierno de forma pacífica, política y electoral, termine con buen pie.
Lo primero es, comenzar por casa trabajando la Unidad
desinteresada de todos los factores y reconocer la existencia de otros grupos
pequeños que también quieren la libertad del país; a mi modo de ver faltó gente
importante como los miembros de Soy Venezuela, María Corina, el grupo de
Ledezma, Douglas Bravo, Leocenis García, por sólo citar algunos. Quizás muchos dirán:
pero si estuvo la Iglesia, representantes empresariales, profesores, políticos,
cultores, escritores, estudiantes y poetas, no hace falta más gente, eso sería buscarle
la quinta pata al gato; y no es así, a la hora del té “si la lucha por la libertad se dispersa no habrá victoria en combate” como
decía Alí Primera.
Pompeyo Márquez hacía referencia a que todo lo que se
haga para bien o para mal que sea en Unidad; y lo que se observa al sol de hoy
es que hay tres frentes.
El primero es el que quiere ir a las elecciones en
donde está Henry Falcón, que no necesariamente tiene que ser un traidor para
aspirar, pero divide; el segundo es del grupo Soy Venezuela que no está
alineado con la disminuida MUD cuya agenda es salir ya de Nicolás, intervención
extranjera bajo el esquema de que esto no se aguanta más; y el tercero es el
recién creado Frente Amplio Venezuela Libre, que quiere retomar la calle con
diversidad de cabezas, voceros y planteamientos, entre sus objetivos está
correr la fecha de las elecciones, cambio de autoridades del CNE y el respaldo
internacional.
Ahora bien, esa “diversidad” y “amplitud” con la que
se ha presentado el Frente, no le ha hecho bien en estos menos de ocho días de
vida; los venezolanos buscan desde mediados del año pasado un líder que los guíe
por la ruta correcta y que los lleve a puerto seguro; por eso considero que
dicho Frente debe tener una cabeza visible que tenga enganche con quienes
siguen en disposición de luchar por Venezuela, pero bajo un esquema realista.
Ante este panorama el gobierno goza de una y parte de
la otra, pues tiene a la mesa dividida, se sienta a negociar con
individualidades, les promete cambios y alterar el cronograma electoral a
cambio de que participen en la elección sea en mayo o en julio, sólo ellos
saben si les conviene o no rodarla, el toro lo tienen agarrado por los cachos a
pesar de que la popularidad nos les llega ni las 25% como se lo escuché en estos días al
encuestador Félix Seijas Rodríguez en un acto de Venanchan celebrado en la
ciudad de Maracaibo.
No es mentira que en los cuarteles se está pasando hambre, que la gente abandona sus
trabajos por montar mesas de ventas de cualquier cosa en frente de sus casas o
sale huyendo de país sin planificación,
y con todo esto un gobierno tan pésimo como el de Maduro se mantiene en pie.
El Frente Amplio Venezuela Libre siempre estará entre
la espada y la pared tal y como están las cosas en este momento, ojala y
quienes lo integren no sólo se queden en leer los halagos, sino que sigan
haciendo todos los esfuerzos para convencer a los que “por ahora” permanecen
fuera de él; sólo en Unidad, no hay otra manera, se puede enfrentar y vencer a
este régimen.
Wiston Churchill decía “el éxito no es el final, el fracaso no es fatal, es el coraje para
continuar lo que cuenta”. Sólo que en nuestro caso no hay tiempo para
perder.
Edward Rodríguez
@edwardr74
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