Ni diez, ni ocho millones. Tras una desolada y
desértica jornada electoral, el Consejo Nacional Electoral ratificó lo que ya
se sabía desde que la fraudulenta Asamblea Nacional Constituyente convocó las elecciones,
que Nicolás Maduro había sido reelecto.
Ni cerca le llegó a la eterna promesa de los “10
millones por el buche”; Nico apenas alcanzó, según Tibisay Lucena, 6.190.612
votos y aunque en el papel resultó ganador; la verdad fue que perdió.
Nicolás es un submarino; a “paso de vencedores” ha ido
acabando con el legado del Comandante Supremo. En julio del año pasado en las
elecciones de Asamblea Nacional Constituyente, que sólo saben ellos cuántos
votaron realmente, dijeron que habían obtenido 8.089.320 votos; pero diez meses
después consiguen 6.190.612 votos; o sea, perdió 1.898.708 votos.
Pese al ventajismo, al control del Carnet de la
Patria, cajas Clap, bonos y puntos rojos; sus votantes no le cumplieron, ¿saben
por qué? Sencillo, también viven y sufren en carne propia la peor crisis de la
historia de Venezuela. Son insuficientes las dadivas.
Esos “votantes duros” con
los que contaba el régimen, perdieron el miedo, a los empleados públicos, por
ejemplo, ya no les importa perder sus trabajos porque al final la liquidación
no les alcanza ni para los pasajes.
Ahora bien, a Nico no sólo le fallaron los rojos de a
pie, sino que también lo hicieron los gobernadores y alcaldes. Por sólo citar
un caso en Maracaibo el pasado mes de diciembre Willy Casanova, candidato del
régimen, ganó la alcaldía con 225.748 votos; pero el 20 de mayo Maduro apenas
obtuvo en la capital zuliana 207.918 según lo publicado en la web del CNE el
lunes 21; 17.830 votos menos. Esto refleja que ni una elección a la alcaldía
ganaría Nicolás.
Pero hay más, si retrocedemos la película y nos
remontamos al año 2013 cuando Maduro se enfrentó en las presidenciales con
Capriles; Nico logró 7.587.579 votos; pero el pasado domingo consiguió
6.190.612 votos, es decir, 1.396.967 menos para el buche; como vemos, el
“Presidente obrero” sigue restando.
Los números no mienten y la calculadora sólo resta
cada año más, las razones todos las sabemos y las vivimos, si algo tendrían que
analizar en el partido de gobierno es que así como van no llegarán al 2025,
afortunadamente. El hambre, miseria, hiperinflación, diáspora y relaciones
internacionales lo están dejando en evidencia.
Hoy más que nunca se ratifica que, aunque usted no lo
crea, el chavismo, madurismo, cabellismo y todos aquellos apellidos que quieren
abrogarse ser la cabeza de la “Revolución” en Venezuela tienen sus días
contados.
No creo que después de esta “pírrica” victoria, como
diría Chávez, vayan a cambiar el timón, por eso creo que es momento de
reunificar a la oposición, es momento de una verdadera y sincera Unidad. Hay
que superar las diferencias y construir
una sola ruta.
Seguramente usted estimado lector, tampoco cree que
Nico tenga seis millones de votos, yo tampoco lo creo, lo cierto es que tan
malos fueron esos resultados que no le dieron tiempo a la comadre Tibi para
depravarse y llevarlo a los prometidos “10 millones por el buche”; creo unos
“camaradas” se plantaron y lo impidieron; ya lo sabremos algún día.
Tibisay se depravó y debe renunciar.
Edward
Rodríguez
@edwardr74
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